

Mi mamá estaba en la parte trasera del escenario con mi representante Jason. Se miraron entre si y sus bocas se abrieron de asombro. ¿Qué? ¡Aquello estaba fuera de control!
Muy poco tiempo había pasado desde que cursaba sexto grado y reprimía mis lágrimas a diario. Esas chicas me habían hecho sentir sin valor alguno, invisible. No obstante, esto era real; la reacción equivalente y opuesta que yo había esperado. He aquí la prueba de que ellas no me habían detenido. Si acaso, me habían impulsado hacía adelante, pues toda esa oscuridad no había acabado conmigo. Ahora, una luz brillaba sobre mí. Fui elevada, no tanto por el éxito o la fama o cualquier otra cosa relacionada con el estatus de Hollywood, sino por ese momento. Mi corazón volaba. Mi alma flotaba. Me sentía radiante. Desde luego, si pudiera hacerlo todo de nuevo, preferiría no sufrir estos momentos del sexto grado. Pero ahora que había acabado, en alguna parte de la crueldad de aquellas chicas había una obsequio para mí. Había guardado todos esos recuerdos en el fondo del océano; pero ahora, el pasado flotaba de regreso hacía mí como un mensaje dentro de una botella. Yo lo miré, me sentí feliz, lo respeté y luego lo arrojé de nuevo al mar. Al llegar a las notas finales de 'I've got nerve' pensé: 'Esto es para ellas ...
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